Empecemos hablando de “Dive Dive Live”, que fue grabado en el Town And Country Club de California durante tu gira en solitario. ¿Fue para ti una experiencia humillante tocar de nuevo en clubs, acostumbrado como estás a grandes recintos, o fue un cambio refrescante?
El tour entero fue realmente refrescante. Nos lo pasamos muy bien. Es una pena que no pudiéramos grabar el “Dive Dive Live” en Europa, porque muchos de esos conciertos fueron geniales. Realmente fue un video raro de hacer. Pensé que habríamos tenido un montón de pequeñas video-cámaras, pero al final se grabó con grandes grúas. La mitad del público fue excluido para dejar espacio a las grúas. Fue muy insatisfactorio. El coste para hacerlo fue obsceno, y si yo lo hubiera controlado hubiera hecho unos tres videos por el mismo precio.
Creo que el público de esa noche tenía prohibido incluso beber.
¡Es cierto! No tenían permitido hacer nada. Fueron tratados como ganado. No parecía nada cercano a lo que es un show de rock’n’roll.
¿El público era el típico de brazos cruzados, difícil de impresionar, de Los Angeles?
Sí. Pero les hicieron miserables al dejarlos secos como un hueso y dirigidos por todos esos idiotas del vídeo, que se creen tan
importantes, o vidiotas, como a mí me gusta llamarles.